domingo, 24 de mayo de 2015

 

En una situación de emergencia puede ocurrir que las personas que se encuentran en el lugar del suceso entren en una situación de bloqueo que les impida una toma correcta de decisiones. Para ello hay una forma muy sencilla de recordar la secuencia de actuaciones debe seguir que cualquier persona que se encuentre implicada en una situación de emergencia. Esta secuencia corresponde a las siglas PAS, cuyo significado es Proteger, Alertar y Socorrer.

 La conducta PAS es el protocolo de actuación que debe seguir cualquier persona que vaya a intervenir en una situación de emergencia con heridos o enfermos.
 ¿En qué consiste cada una de las fases?
Proteger: En una de emergencia pueden aparecer en ocasiones conductas peligrosas para los socorristas y para las víctimas. A veces están provocadas por en el instinto de ayudar con rapidez al accidentado. Hay que garantizar la seguridad en el lugar del accidente: la seguridad propia, la del accidentado (heridos, personas en estado de shock, …) y las de todas las personas que se encuentren o acudan al lugar del suceso.
La protección hace referencia a las actuaciones, métodos y técnicas que deben realizarse para evitar que al hacer un auxilio la situación se complique o haya más víctimas. Si solo hay una persona para prestar ayuda, esta debe extremar al máximo la prudencia siendo objetiva con las medidas y acciones que vaya a realizar. Si hay varias personas alguna de ellas se puede encargar de identificar y controlar posibles peligros.

La protección implica:

  • Observar la escena del accidente y crear una zona de seguridad.
  • Señalizar el accidente, especialmente si es de noche o no hay una buena visibilidad.
  • Identificar los posibles riesgos, por ejemplo, incendios, escapes de gas, paso de vehículos, derrumbes, etc. …
  • Adoptar las medidas de protección y autoprotección más convenientes, por ejemplo, chalecos reflectantes, cascos, ...
  • No fumar en la zona afectada.
  • Evitar curiosos que generalmente estorban y dificultan las tareas de ayuda.
  • En principio nunca se moverá a la víctima salvo que exista peligro real para su vida, por ejemplo en un incendio, en una explosión, …
  • La autoprotección es una premisa básica ante cualquier situación de emergencia. En ocasiones, actitudes improcedentes pueden desencadenar un nuevo accidente o agravar el ya existente.
Un riesgo que corren los socorristas es el de lavisión en túnel. Ocurre cuando en un situación grave, el socorrista con un fuerte deseo de ayudar fija su objetivo en la víctima y no percibe otras situaciones de peligro para él o para otros.




Avisar. En la fase siguiente y tras garantizar la seguridad, deberá alertarse a los servicios de emergencias para conseguir la ayuda necesaria lo antes posible. La vía normal es llamar al 112. Esta llamada es atendida por un operador de emergencias que obtiene los datos fundamentales de la situación y para ello informaremos sobre:




  • El lugar exacto donde se ha producido el incidente: población y dirección exacta, punto kilométrico, etc.
  • El número de personas afectadas y su estado.
  • El tipo de accidente ocurrido: explosión, incendio, …
  • Es importante identificarse: decir nuestro nombre, el número de teléfono y desde donde se hace la llamada. Hablar con calma y responder con  precisión a las preguntas que realicen.
  • Se debe indicar los accidentados están recibiendo o no asistencia.





Con toda la información obtenida se aplicará el plan de acción específica y se movilizará a los organismos de intervención correspondientes y  necesarios que deban participar: policía, bomberos, personal sanitario, ambulancias, protección civil, … De esta manera se aborda de forma integral la situación de emergencia.






Socorrer. Una vez asegurada la zona y dado el aviso, se socorre a la víctima hasta que llegue la ayuda especializada. El auxilio se prestará en función de los conocimientos del socorrista: recordemos que es mejor no hacer nada que hacer algo imprudente. Si se tiene la formación suficiente, se realizará una valoración inicial o primaria del accidentado para reconocer sus constantes vitales y su novel de consciencia. Si no se puede o no se sabe socorrer, también se puede ser útil por ejemplo evitando que la gente se amontone, controlando el tráfico, controlando otros posibles riesgos, etc.

Se debe controlar continuamente la situación de los accidentados, vigilando especialmente el nivel de consciencia, alteraciones en la respiración, presencia de hemorragias o de shock.



En una situación grave o en un accidente hay una sensación de angustia y de miedo en quienes lo sufren, por ello es importante tranquilizarles y darles confianza y decirles que ya se ha avisado a los servicios de socorro y que pronto les ayudarán.










Cualquier persona que vaya a intervenir en una situación de urgencia con heridos o enfermos no debe olvidar estas tres sencillas palabras:  Proteger, Alertar y Socorrer… y actuar en consecuencia. Partiendo de ahí conviene recordar algunos de los siguientes consejos:

Normas generales de actuación en Primeros Auxilios
  • Se debe actuar con serenidad y con rapidez.
  •  Avisar al servicio de emergencias: 112.
  • Intervenir solo si se sabe cómo hay que actuar. Proporcionar una ayuda inadecuada puede agravar la situación de las víctimas.
  • Hay que comprobar que no existen otros peligros en el lugar donde se ha producido el accidente.
  • No se deben hacer comentarios sobre la situación o estado de salud de las víctimas.
  • No se debe dejar solo al accidentado. Se debe estar con la víctima hasta que reciba los cuidados apropiados.
  • Se debe abrigar al accidentado para mantener la temperatura corporal.
  • No se le deben dar comidas ni bebidas.
  • No se debe mover a la víctima a no ser que exista un peligro mayor.
  • Hay que observar al accidentado por si aparecen nuevas lesiones que al principio no estaban o pasaron inadvertidas como por ejemplo hemorragias, quemaduras, etc.